domingo, mayo 27, 2007

perfuMe:::::


Cuando lo vi, me supo a mezcla de orgullo y decencia,
de estupidez no consumada y mucho Axe barato para ocultar el miedo.
Sí, era un simple mortal pero para mí significó la mitad de mi vida,
entonces cuando se fue mi vida quedó dividida en dos:
en esos días que era perfumados por Axe, y en los días en los que no existía mucho olor.

Si las relaciones se pudieran simplificar a sabores y olores, supongo que todo sería más fácil.
No, no quiero estar con alguien que tiene sabor a cigarro,
o me encanta tal o cual olor.
Con él, todo lo simplificaba porque me era mucho más entretenido pensar en él como en cosas,
como una marca, una canción, una idea,
pero nunca como él la persona que hacía esas cosas realidad.
Se fue demasiado pronto, porque lo intangible dura sólo lo que dura el recuerdo,
y en días de invierno lo recuerdo aún como la mitad de mi vida,
y claro,
ya no uso perfume.