lunes, junio 23, 2008

lo MismO:::::::

Era atroz, pero les daba lo mismo.
No puedo pretender que a todo el mundo le mueva la pobreza del modo que a mi me mueve,
no puedo esperar que la forma en la que me siento responsable de cada persona que duerme mal hoy por el frío o por el hambre, sea la misma forma de todos,
pero sí creo que puedo esperar racionalidad,
cachar un poco, tener dos dedos de frente,
pero es impresionante cómo a la mayoría de la gente les da lo mismo.
Simple: les da lo mismo.
Ayer mientras pasé un par de horas pidiendo comida para Un Techo, me di cuenta a la media hora que el nudo que tenía en la garganta no era por la rabia, ni menos por la pena, sino por sentir que a tan pocas personas les mueve la pobreza.
Lo peor es que sí, los culpo, sí, los encuentro unos egoístas de mierda.
No puedo entender cómo pueden dormir tranquilos y lavándose las manos sabiendo toda la gente que vive tan sola,
con tantas carencias materiales,
no puedo entender que nunca hayan llorado de rabia, de injusticia,
que nunca hayan levantado con sus manos una casa, ni conversado con alguien diferente a "nuestro mundo", y peor: que simplemente no les importe.
Pasan por la vida creyendo que la injusticia es responsabilidad de grandes políticos, de personas influyentes, cuando no tienen idea que día a día hay millones de formas de hacerse UNO responsable por cada persona que no tiene que comer.
Hace muchos años atrás, conocí la pobreza con nombre y apellido. Para mi, son caras, son historias, son casas construídas, amistades construídas, es un antes y un después simplemente porque desde aquel día que su realidad se topó con la mía, me prometí nunca más dormir tranquila si sé que alguien no puede dormir como yo.
Es simple: me importa tanto la injusticia que me angustia,
que me deja con un nudo en la garganta cuando noto que aunque crea que lo son,
al final no somos tantos,
al final no miran los ojos ajenos ni le toman importancia al otro,
pero sigo siendo inocente y creyendo en la humanidad,
en los valores, en que algún día, podremos hacer una campaña de Un Techo y no tenga que pasar media hora con un nudo en la garganta porque simplemente a la gente no le importa,
y no por mi pena,
si no porque gente como la Fernanda, la Cory, Marquitos, y cuantos otros de las Lomas 2 y de millones de campamentos de este país a veces no tienen que comer y no hay nadie que le importe.
Por ellos, nunca me voy a cansar,
por ellos nunca me va a dar lo mismo. Lo prometo. NUNCA.