lunes, mayo 04, 2009

SomeWhere:::.::.:::

Y claro, da miedo mirar el día de mañana, y el de después de mañana cuando nos sentimos unos pendejos.
Pero sueño con eso,
ese sueño mamón y absurdo de despertarme en nuestra cama, y que lo primero que toque sea tu mano, y poder desordenarte el poco pelo que te queda,
y que te ganes mi primera sonrisa del día sólo por sentir tu calorcito abajo del colchón.

Me abrazarías dormido mientras me arreglo mi polera grande y tuya,
y mientras intento bajarme de la cama sin que me duela demasiado el extrañarte,
tocaré el suelo frío en el que reposaría un vaso medio vacío con cocacola, un cenicero a punto de darse vuelta y tus zapatillas tiradas cuidadosamente cerca de mis jeans de ayer.

Te gritaría que prendas el califont porque necesito esos cinco minutos de abrazarme sola en nuestra cama,
y por mientras prendería mi notebook para poner de nuestra música y así sacarte tu primera sonrisa.
Claramente serías el primero en entrar a la cocina y poner el hervidor en ON y las tostadas en su respectivo tostador, mientras yo seguiría acurrucada en tu olor y el sueño de ayer.
Te tirarías arriba mio, y yo, malgenio como todas las mañanas en las que me despiertas,
me pararía enojada y gritándote que eres un desubicado,
y claro,
con dos frases bien puestas me dejarías callada y caminaría con rabia silenciosa hacía el baño.

Abriría la ducha aún con una cara impresentable,
y mientras me saco tu polera y me aprovecho de la niebla que sale del agua caliente,
y dibujo una sonrisa en el espejo, y busco distraída el cepillo de dientes,
llegarías sorprendiéndome y me abrazarías y nos meteríamos juntos a esa ducha que nos cambiaría toda la mañana,
todo el día,
todas las ganas de los próximos días también.

Y mientras intento buscar mi ropa en mi parte del closet que claramente estaría más desordenado que el tuyo,
oleré desde la cocina el desayuno recién hecho,
el pan con quesillo, el café como me gusta porque sabes que haces el mejor café del mundo,
y entre el sonido de la música que aún suena desde mi notebook escucharé unas mañaneras notas de guitarra,
y me regalarás una canción para hacerme todo más sencillo,
todo más real.

Entonces en algún lugar de ese futuro no podré quejarme de nada,
no podré pedir nada más,
no podré escaparme a ningún principio, ni exigir nada a cambio,
no podré odiarte ni un poco, ni extrañarte en las mañanas porque te tendré todo el día,
porque te tendré en todo momento,
porque serás parte de esa rutina maravillosa,
porque ya no seremos más que cafés, y guitarra, y esa música que sabes que adoramos,
y entonces mi amor,
TODO será perfecto...