lunes, diciembre 24, 2007

boluDo:::::::


No puedo dejar de jurarme a mi misma que alguna vez viviré allá donde han vivido mis mayores canciones.

Y no es metáfora.

Jamás he conocido una ciudad que sienta tan cercana, ni siquiera Santiago con sus recuerdos blancos y sus intentos por ser la mala copia de un gringo con olor a cerveza y compras 2x1.

Quizás es porque me imagino cada detalle de lo que inspiró a Sabina cuando conoció el Río de la Plata, o porque cada vez que bailaba en la Roxy sentía a Charly riéndose de mi inocencia.

Sea como sea, Buenos Aires me atrapa y me caga cada vez que piso sus calles.

Es todo lo que soy y lo alguna vez quise ser, mezcla de medialunas con café en las esquinas, incluso de basura, incluso de un mal gobierno, con mis mejores recuerdos santiaguinos que nunca tendré.

Amo cómo hablan los argentinos, amo su cultura, sus ganas, incluso su arrogancia... para qué decir sus canciones.

Supongo que el romance comenzó por ahí: de a poco con Fito, siguiendo con un puñado de buenas canciones y se ganaron mi corazón y mis ganas, y la usada frase de "lo que más me gusta es el rock argentino" latiendo por cada parte de mi cuerpo.

No puedo dejar de imaginarme lo que debe ser vivir allá, creer en que nada es perfecto pero a la vez es único, sentir que eres parte del lugar donde verdaderamente pasan cosas, perderte por el centro buscando nada importante pero todo lo demás... mierda, que boludo más grande que es Baires...