sábado, junio 07, 2008

SeX anD the CitY::::::


¿Cuántos kilómetros habrán desde Santiago a Manhattan?
Primero están los físicos, y después los culturales, claro, que deben ser muchos más que los otros.

Ayer mientras me reía con mis ex compañeras de colegio, me daba cuenta que al final, entre Carrie y su lote no hay tanta diferencia... y es que los orgamos fingidos y el sexo oral es lo mismo acá que en Nueva York.
Qué tendrá el sexo femenino que da lo mismo de donde venga, o a donde va, siempre tiene un grado de obviedad y de cosas en común.

Si cambiamos los cosmopolitan por mango sour, y la discotec neoyorquina de moda por una buena conversación, al final somos las mismas, con las mismas trancas, las mismas historias, los mismos juegos.

Las mujeres somos mucho más complejas que los hombres, y al final supongo que eso nos trae más dudas que beneficios... ¿pero somos las únicas que lo notamos, o simplemente los hombres también nos creen un sexo débil?
Los hombres como material dispuesto están obsoletos. Aunque Carrie tenga 10 años más que nosotras, y comparativamente su campo de juego sea mucho más difícil que este, que extraño es sentir que los hombres que valen la pena, son igual de escasos que en Manhattan...

¿Será que hay que vivir diez años más para que un Mr. Big llegue a nuestras vidas?, ¿es justo dejarnos llevar por una noche, pero quedar marcadas como las putas?, ¿Qué nos diferencia de los hombres en materia sexual, aparte de un par de orgasmos más y algo que cuelga?, ¿Porqué si somos fuertes y tomamos la iniciativa, al final no somos más que algo diferente?
Entre Manhattan y Santiago no hay tantos kilómetros de distancia... supongo que hay que asumir que entre todas las Carries del mundo, todas las Charlottes, todas las Samanthas, somos mucho más fuertes que todos los hombres que están a nuestro alrededor. Y sólo porque somos conscientes de eso.

1 comentario:

kt migliorelli dijo...

jajajajaaj
me encantó!
de seguro en india, japón y en mongolia todas las mujeres somos tan adictas al sexo masculino...
es que ha pesar de todo... los hombres son adorablemente deliciosos...
besos amiga!